Este 17 de noviembre, con motivo del Día Mundial de la Prematuridad, la compañía de implantes auditivos MED-EL ha subrayado la urgencia de garantizar un seguimiento audiológico continuado y un tratamiento temprano de la pérdida auditiva en uno de los grupos más vulnerables: los bebés prematuros.
MED-EL alerta sobre la vulnerabilidad auditiva de los bebés prematuros en el Día Mundial de la Prematuridad
Foto suministrada por MED-EL-
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 10 bebés nace antes de la semana 37 de gestación. Entre quienes sobreviven, muchos desarrollan alguna discapacidad a lo largo de su vida, incluida la pérdida auditiva. Esta se diagnostica en entre el 2% y el 10% de los bebés prematuros, muy por encima del 0,1% registrado en la población pediátrica general.
Entre los factores de riesgo destacan la baja edad gestacional, el bajo peso al nacer y la inmadurez de las vías auditivas, así como la administración de medicamentos ototóxicos y la necesidad de ventilación mecánica prolongada. A ello se suma la exposición al ruido en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN), donde los niveles pueden oscilar entre 45 y 70 dB, superando ampliamente las recomendaciones internacionales.
Los recién nacidos antes de las 32 semanas o con peso inferior a 1.500 gramos presentan el mayor riesgo de pérdida auditiva permanente. En estos casos, funciones esenciales —como la respiración o el desarrollo neurológico— aún no están completamente formadas, lo que aumenta su vulnerabilidad.
Seguimiento audiológico y soluciones posibles
Los neonatos extremadamente prematuros, nacidos desde las 24 semanas y con pesos que pueden descender hasta los 400 gramos, pueden experimentar un desarrollo auditivo irregular durante sus primeros meses de vida. Su audición puede mejorar o deteriorarse hasta los 12 meses de edad corregida, lo que complica el diagnóstico temprano.
En casos de pérdida auditiva neurosensorial severa o profunda, los implantes cocleares representan una opción viable también para bebés prematuros, aunque los especialistas recomiendan posponer la intervención hasta que los umbrales auditivos se estabilicen. Los estudios indican que, a largo plazo, los resultados son similares a los de los niños nacidos a término, con un desarrollo del lenguaje prácticamente equiparable tras cinco años de uso del implante.
«Los niños prematuros representan un grupo de alto riesgo de pérdida auditiva. Es fundamental crear conciencia sobre riesgos que se pueden minimizar, como reducir la exposición a medicamentos ototóxicos y controlar los niveles de ruido en las UCIN», señala Julio Rodrigo Dacosta, director general de MED-EL España y Portugal. “Los umbrales auditivos inestables de los bebés prematuros requieren un seguimiento prolongado, y cuando la audición no mejora, los implantes cocleares son una opción eficaz”.
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