San Fermín ha arrancado este 7 de julio. El ambiente de esta fiesta es único, pero también lo es el nivel de ruido al que se exponen quienes viven intensamente estos nueve días. Desde el estruendo del chupinazo, que marca el inicio de la fiesta con una explosión que puede superar los 120 dB, hasta conciertos, verbenas, charangas o fuegos artificiales, Pamplona se convierte en un entorno acústico que puede pasar factura a la salud auditiva.
San Fermín: el ruido extremo y cómo proteger tu audición
La audición también necesita descansar. Igual que te hidratas o te pones protector solar, proteger tus oídos debería formar parte del kit básico de cualquier fiesta popular

FOTO: Unsplash
En Navarra, cerca de 16.000 personas conviven con algún grado de pérdida auditiva, según datos del INE. La exposición prolongada al ruido durante este tipo de eventos puede agravar problemas auditivos previos y provocar nuevos síntomas en personas que aún no los han identificado.
Durante los Sanfermines, es habitual experimentar pitidos, zumbidos (acúfenos), sensación de oído taponado o dificultad para oír con claridad tras acudir a eventos especialmente ruidosos. Aunque estos síntomas suelen ser temporales, en algunos casos pueden indicar un daño más profundo y prolongado.
“Las fiestas populares como San Fermín combinan múltiples fuentes de ruido intenso en espacios muy concurridos. Aunque uno no lo perciba como peligroso en el momento, el oído sí lo sufre. Si tras un concierto aparecen pitidos o se nota una leve sordera, es muy probable que haya habido una sobreexposición al ruido”, señala Ingrid Rubio, directora de Audiología en Aural Centros Auditivos.
Señales de alerta: cuándo acudir al especialista
Tras una exposición prolongada al ruido es común notar pitidos persistentes, sensación de oído taponado sin causa aparente, dificultad para seguir conversaciones en ambientes ruidosos o una sensibilidad inusual a sonidos normales. Aunque estos efectos pueden ser pasajeros, si persisten más de 24 o 48 horas es recomendable consultar a un especialista para descartar lesiones internas o pérdidas auditivas incipientes.
Aural Centros Auditivos recuerda que es posible disfrutar de las fiestas sin comprometer la audición. Usar tapones auditivos durante conciertos, fuegos artificiales o el chupinazo, hacer pausas auditivas lejos del bullicio y proteger especialmente a niños y personas mayores —más vulnerables al ruido— son medidas sencillas pero efectivas.
“La audición también necesita descansar. Igual que te hidratas o te pones protector solar, proteger tus oídos debería formar parte del kit básico de cualquier fiesta popular”, concluye Rubio.

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